Tiramisú clásico

El tiramisú es probablemente el postre más representativo de la repostería italiana y uno de los más conocidos a nivel internacional.

Tal y como pasa con muchos postre tradicionales de nuestro país existen una gran variedad de variantes de la receta original, cada una de ellas le aporta su sello personal, pero yo os he traído la receta clásica del tiramisú, en unos 45 minutos lo podéis tener listo y como veréis la receta es de lo más simple.

Lo mejor es hacerlo de un día para otro para que la crema adquiera consistencia.

Ingredientes:

• Un paquete de bizcochos tipo soletilla.
• Café recién hecho.
• 4 huevos.
• 60 gramos de azúcar o 6 de stevia.
• 500 g de queso mascarpone.
• Cacao en polvo.

Elaboración:

Para empezar ponemos una cafetera a hacer, preferiblemente de intensidad fuerte, pero como más os guste, una vez que este hecho echamos el café en un cuenco para que se temple.

Separamos las yemas de las claras y las batimos un poco con la batidora, a la que le hemos puesto las varillas, le añadimos el azúcar o la stevia y lo batimos bien hasta que nos quede una mezcla espumosa.

Le incorporamos el queso mascarpone y lo batimos hasta que se mezcle bien, lo metemos en la nevera.

Ahora montamos las claras de huevo a punto de nieve, para saber si ya estan bien montadas el truco es si al dar la vuelta al bol estas no se caen.

Sacamos de la nevera la mezcla de mascarpone, yemas de huevo y azúcar (o stevia) y le añadimos una tercera parte de las claras montadas, lo mezclamos con movimientos envolventes hasta que se integren, añadimos entonces otra tercera parte de claras montadas repetimos, hacemos lo mismo con lo que nos queda de claras montadas.

Llego el momento de montar nuestro tiramisú, en un recipiente rectangular de cristal vamos poniendo los bizcochos soletilla humedecidos en el café, hasta cubrir el fondo, ahora echamos una capa de crema, la extendernos y ponemos otra capa de bizcochos, vamos alternando capas hasta llenar la fuente y que la última capa sea de crema.

Lo introducimos tres horas en la nevera y espolvoreamos cacao en polvo sobre la superficie, para ello empleamos un colador para repartir el cacao de manera uniforme, lo volvemos a meter en la nevera 10 horas para que cuaje bien y ya la tenéis lista para comer.

Perfecta para una cena familiar o si queréis sorprender a vuestros amistades, no teneis excusa para preparar este rico tiramisú y como siempre os digo estos pequeños placeres nos traen grandes momentos, a disfrutar.

Brazo de gitano con chocolate

Amantes del chocolate este es vuestro postre, el tradicional brazo de gitano, pero en esta ocasión con chocolate, mucho chocolate, tanto por dentro como por fuera del típico bizcocho de masa genovesa, enrollado en forma un cilindro que hace tan característico este postre.

Espero que lo disfrutéis.

Ingredientes:

Para el bizcocho genovés:

• 4 huevos.
• 15 g de levadura.
• 150 g harina.
• 70 g de azúcar moreno.

Para la crema de chocolate:

• 4 yemas de huevo.
• Medio litro de leche.
• 70 g de azúcar moreno.
• 50 g de harina fina de maíz.
• Una rama de canela.
• 80 g de cacao en polvo.

Elaboración:

Comenzaremos haciendo el bizcocho genovés, para ello primero separamos las claras de yemas, reservamos las yemas y montamos las claras a punto de nieve, que queden bien firme.

Ponemos el horno a precalentar a 180 grados.

Aparte mezclamos las yemas con el azúcar moreno, con la batidora y el accesorio de las varillas, que nos quede una mezcla espesa, les añadimos las claras montadas y con una cuchara de madera los vamos mezclando con movimientos envolventes hasta que este todo bien integrado.

Mezclamos la harina con la levadura y poco a poco la vamos incorporando a la mezcla, continuamos con movimientos envolventes hasta que todos los ingredientes se mezclen perfectamente.

Ponemos una hoja de papel vegetal sobre una bandeja del horno y en ella echamos la masa, con una espátula la esparcimos hasta formar un rectángulo de 35 x 25 cm, lo introducimos en el horno durante 10 minutos, después de ese tiempo lo sacamos y tras 5 minutos le damos la vuelta sobre una lamina de papel vegetal y le quitamos la otra.

Para elaborar la crema de chocolate ponemos en un cazo la leche, con el cacao y la rama de canela, la calentamos a fuego medio hasta que comience a hervir, sin dejar de remover en ningún momento y retiramos del fuego.

Quitamos la rama de canela, colamos la leche en otro cazo y reservamos.

En un bol mezclamos las yemas de huevo, con el azúcar moreno y la harina fina de maíz, después se lo añadimos a la leche chocolateada y volvemos a calentar a fuego medio, removemos hasta que espese.

Lo dejamos enfriar 5 minutos y ya lo podemos verter sobre el bizcocho, con una espátula lo esparcimos dejando un margen de centímetro y medio en los bordes.

Llego el momento de enrollarlo, lo hacemos con cuidado para que no se rompa y cuando terminemos lo colocamos en una bandeja y le echamos chocolate por encima, no os cortéis, cuanto más mejor.

Y ya esta listo, ya podéis invitar a vuestros amigos y familiares para disfrutar de este postre en buena compañía, ya sabéis que pequeños placeres, grandes momentos.

Bizcocho marmolado

Tenia ganas ya de hacer un bizcocho, es uno de los postre caseros más tradicionales de la repostería española y creo que en los últimos años hemos dejado bastante de hacerlos sustituyendo su consumo por los de procedencia industrial.

Para que no tengáis ninguna excusa os traigo hoy esta receta de bizcocho marmolado de chocolate y vainilla, sencillo de hacer y como podéis ver la mayoría de los ingredientes los tenemos todos en casa, solo es necesario sacar un poco de tiempo y ponerse a cocinar.

Ingredientes:

• 150 g de mantequilla.
• 100 g de azúcar moreno.
• 200 g de harina.
• 12 g de levadura.
• 3 huevos.
• 80 g de cacao en polvo.
• 2 vainas de vainilla o 15 ml de esencia de vainilla.
• 120 ml de leche.

Elaboración:

El primer paso será batir la mantequilla hasta que adquiera una textura cremosa, para ello lo mejor es que la mantequilla este a temperatura ambiente y batirla poniéndole a la batidora las varillas.

Después le añadimos a la mantequilla el azúcar moreno y lo mezclamos bien, a continuación echamos 50 ml de leche y las yemas de los 3 huevos, reservamos las claras, volvemos a mezclarlo todo bien con la batidora, incorporamos la harina mezclada con la levadura, removemos con una cuchara y terminamos de mezclar con la batidora.

Montamos las claras a punto de nieve, que queden bien firmes.

Llegados a este paso precalentamos el horno a 180 grados, que caliente tanto la parte superior como inferior.

Separamos la masa en dos partes iguales y a una de ellas le añadimos los 80 gramos de cacao en polvo, le echamos un poquito de leche y removemos bien con una espátula, después le añadimos la mitad de las claras a punto de nieve, con movimientos suaves y envolventes mezclamos hasta que estén los ingredientes perfectamente integrados.

En un cazo ponemos 70 ml de leche a calentar a fuego medio, abrimos las vainas de vainilla a lo largo por la mitad y raspamos con la punta de un cuchillo para echar las semillas en la leche, ponemos también las vainas abiertas en la leche para que adquiera un buen sabor a vainilla, en cuanto empiece a hervir lo retiramos del fuego, dejamos que se temple y la colamos, si queremos ahorrarnos este paso podemos usar 15 ml de esencia de vainilla.

Añadimos la leche aromatizada o la esencia de vainilla a la segunda mitad de la masa, removemos bien con la espátula y después de incorporamos la otra mitad de las claras a punto de nieve, igual que antes con movimientos envolventes.

Engrasamos el interior de un molde rectangular (he usado uno de 24x11x8cm) con mantequilla y lo enharinamos, así será mucho más sencillo desmoldar el bizcocho.

Ponemos una capa de masa con chocolate que cubra todo el fondo y vamos alternando capas de masa de vainilla con las de chocolate, no hay que extenderlas mucho, que queden irregulares, la ultima capa será de chocolate y que cubrirá del todo la parte superior del bizcocho.

Lo metemos en el horno aproximadamente 45 minutos a 180º, como cada horno es un mundo aparte, es recomendable que cuando lleve horneándose 35 minutos le clavemos un cuchillo para ver cómo va, si sale limpio es que ya esta listo.

Lo dejamos enfriar y ya podemos sacarlo del molde, un postre perfecto para acompañar con el café o con un par de bolas de helado, lo que más os guste, pero siempre en buena compañía.

Pequeños placeres, grandes momentos.

Sorbete de mango

El sorbete es un postre perfecto para el verano, se puede hacer de multitud de sabores (limón, fresa, mandarina, vino, etc.), en esta ocasión lo he hecho de mango, que es una fruta tropical muy sabrosa, que posee muchos antioxidantes y vitaminas, hay estudios que le atribuyen propiedades anticancerigenas, regula el colesterol, etc, además de ser un buen digestivo.

Disfruta de este refrescante postre.

Ingredientes:

• 2 mangos grandes (de unos 600 g cada uno)
• 200 ml de agua.
• 2 cucharadas de miel o 4 de azúcar moreno.
• Un limón.

Elaboración:

Para empezar ponemos los 200 ml de agua en una cazuela y le añadimos dos cucharadas de miel o 4 de azúcar moreno, lo que prefiráis, en esta ocasión me he decantado por utilizar miel para elaborar este postre.

Lo calentamos a fuego algo y lo dejamos hervir durante 3 minutos removiéndolo cada medio minuto, una vez pasado ese tiempo lo retiramos del fuego.

Exprimimos el limón y colamos el zumo.

Pelamos y troceamos los dos mangos en trozos pequeños, los añadimos a la cazuela junto con el zumo de limón, cogemos la batidora y lo trituramos todo muy bien, que nos quede un puré fino.

Ahora lo vertemos en un bol grande, lo tapamos con papel film y al congelador al menos durante 5 horas para que se congele del todo.

Cuando queramos servirlo tendremos que sacarlo un par de horas antes del congelador, así se descongelara lo justo para que podamos triturarlo con la batidora, después no queda más que servirlo en unas copas y listo para tomar, os dará para unas 6 personas.

Como veis este sorbete no es nada complicado realizar, no os olvidéis de disfrutar de los pequeños placeres, nos proporcionan grandes momentos.