Tarta de queso Arzúa-Ulloa

 

Me apetece tarta de queso, da igual cuando leais esto, ya puede ser a primera hora de la mañana o al final de la semana tranquilamente mientras veo la tele en el sofá, es un postre del que nunca me cansaré y para que os hagáis una idea, cuando voy a un restaurante si tienen tarta de queso casera ya tengo el postre decidido antes de ver el resto de la carta, además es que siempre estoy probando ideas para traer nuevas variedades de tarta de queso al blog, que se que gustan mucho y creo que en tema de postres es de la recetas más buscadas en Internet, eso si, hice la tarta a última hora del día, que ya hacia algo de fresquito en la calle y con las ventanas abiertas, que si no me iba a dar algo con este verano tan caluroso que llevamos. 

Hoy por ejemplo tenéis ante vosotros esta tarta de queso con un toque muy gallego, una tierra a la que quiero mucho y de donde procede el queso protagonista del postre, de Arzúa-Ulloa, seguro que muchos ya lo conocéis pues se ha hecho muy popular y gusta mucho. 

Nos va a hacer falta un molde circular desmontable de 22 cm de diámetro, papel para horno, una cazuela y una batidora con varillas o un batidor-amasador, en una hora la tendremos lista. 

Vamos a ello. 

Ingredientes:

• 500 ml de nata para montar (35% de materia grasa). 
• 330 g de queso Arzúa. 
• 300 g de queso crema. 
• 160 g de azúcar moreno.
• 5 huevos. 
• 40 g de harina fina de maíz. 

Elaboración:

Empezamos cogiendo la cazuela, en ella echamos la nata y el queso de Arzúa troceado (le quitamos la fina corteza que lo envuelve) y calentamos a fuego medio, removiendo todo el tiempo con una espátula hasta que el queso se funda y se mezcle con la nata.

 

Retiramos del fuego e inmediatamente echamos el queso crema, de nuevo con la espátula removemos para integrar este queso, al ser tipo crema se mezclará bastante rápido y por eso no es necesario seguir calentando la cazuela en el fuego.

 

Ahora hay que dejarlo reposar 10 minutos para que se temple, pasado el tiempo encendemos el horno a 185 grados con calor arriba y abajo.

Pasamos la mezcla de nata y quesos al batidor-amasador o a un cuenco grande, añadimos el azúcar moreno y los huevos, batimos con las varillas a velocidad media un par de minutos, que veamos que se ha mezclado todo bien. 

Añadimos la harina fina de maíz y batimos nuevamente a velocidad media, con un minuto es más que suficiente para que se integre. 

Cogemos una hoja de papel para horno y la mojamos bajo el grifo, hacemos una bola y apretando con  las manos la escurrimientos bien, nos quedará como si fuese una tela, la colocamos en el molde y vertemos la masa de la tarta. 

La llevamos al horno a una altura medio-baja y la horneamos durante 40 minutos, poco a poco vereis como va subiendo, pero tranquilos que no se sale del molde, a los 40 minutos ya estara hecha, pero si veís que la superficies no ha cogido mucho color y queréis que la parte de arriba quede con un tono dorado oscuro ponéis el horno a máxima temperatura al grill como dos o tres minutos y listo. 

Sacamos del horno y dejamos que enfríe del todo antes de llevarla a la nevera, ahí debería estar al menos 4 horas. 

Os recomiendo sacarla de la nevera unos 15 minutos antes del momentos del postres para que se atempere un poco, luego ya solo queda coger un cuchillo, repartirla y disfrutar. 

Pequeños placeres, grandes momentos.