domingo, 21 de mayo de 2017

Tarta Sacher

De origen austriaco la tarta Sacher es la prima hermana de la muerte por chocolate, en varias aspectos las elaboraciones que hay que hacer son similares pero con algunas diferencias que les da cada una de ellas su propia personalidad dentro de la repostería.

Dadas las fechas en las que nos encontramos quizás no sea el mejor postre para aquellos que están inmersos en la operación bikini, pero bueno siempre es agradable darse un capricho, luego basta con despegarse del sofá y moverse un poco para compensarlo.

Seguidme y veréis que fácil es de hacer.


Ingredientes:

Para el bizcocho de chocolate:
  • 6 huevos.
  • 175 g de azúcar moreno.
  • 150 g de chocolate.
  • 150 g de mantequilla.
  • 150 g de harina de trigo.
  • 15 g de levadura.
  • 50 g almendra molida.
  • Una pizca de sal.
  • 250 g de mermelada de albaricoque.
Para el baño de chocolate:
  • 200 g de chocolate.
  • 200 ml de nata.
  • 50 g de mantequilla.


Elaboración:

Para poder disfrutar de nuestra tarta Sacher el primer paso es hacer el bizcocho de chocolate, para ello cogemos dos cuencos grandes, separamos las claras de las yemas y reservamos el cuenco con las claras para más adelante.

Agregamos 100 g de azúcar moreno a las yemas y con una batidora con varillas lo batimos durante 5 minutos.

En un cazo ponemos 150 gramos de chocolate con 150 g de mantequilla a fuego medio y vamos removiendo con una cuchara hasta que ambos ingredientes se fundan y se mezclen bien, retiramos del fuego y dejamos que se temple 5 minutos, a continuación se lo añadimos a las yemas con azúcar moreno y volvemos a batir con la batidora hasta obtener una mezcla homogénea.

Mezclamos la harina con la levadura y con un colador la tamizamos, añadimos también la almendra molida y mezclamos con una cuchara.

Cogemos ahora el cuenco con las claras de huevo, le echamos una pizca de sal y con la batidora con varillas las vamos montando a punto de nieve, cuando veamos que están medio montadas le añadimos 75 g de azúcar moreno y seguimos batiendo, sabremos que ya están cuando podamos darle la vuelta al cuenco y no se caigan.

Ahora vamos incorporando poco a poco las claras a punto de nieve, un tercio cada vez como mucho y con suaves movimientos envolventes de abajo a arriba para que no se bajen las vamos mezclando, así conseguiremos un bizcocho más esponjoso.

Vertemos la mezcla en un molde circular desmontable, previamente lo hemos untado con mantequilla y enharinado para que el bizcocho no se pegue, el que he usado es de 26 cm, lo horneamos durante 45 minutos más o menos, cuando lleve 40 minutos clavados un palillo para ver si ya está hecho.

Sacamos el bizcocho del horno, dejamos que enfríe 5 minutos y con cuidado lo vamos a desmoldar boca abajo sobre una rejilla, así la parte superior de nuestra tarta quedará plana.

Una vez que haya enfriado del todo lo cortamos por la mitad horizontalmente, con cuidado apartamos la parte de arriba, echamos la mermelada de albaricoque sobre la mitad de abajo y la extendemos de manera uniforme, ponemos encima la mitad superior del bizcocho.

Llega el momento de hacer el último paso, el baño de chocolate, echamos la nata en un cazo junto con el chocolate troceado, lo calentamos a fuego medio, removemos para que el chocolate no se pegue al fondo, cuando se haya fundido y mezclado con la nata añadimos la mantequilla, mejor si está cortada en dados, retiramos del fuego y removemos hasta que la mantequilla se integre, dejamos que se enfríe 5 minutos.

Se la echamos a nuestra tarta, en el centro de la misma, dejamos que el baño de chocolate lo vaya cubriendo todo, si vemos que alguna parte del borde no se ha cubierto le damos con una cuchara para extenderla en esa parte y que quedé todo cubierto.

La metemos en la nevera hasta el momento en que vayamos a comerla, será toda una experiencia os lo aseguró.

Pequeños placeres, grandes momentos.


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