jueves, 9 de abril de 2020

Torrijas gofres

torrijas gofres siempre hay hueco para el postre receta


Tengo la plancha para gofres sobre la encimera de la cocina y como os podréis imaginar la veo todos los días, especialmente ahora que durante este confinamiento estamos literalmente todo el tiempo metidos en casa, ya van 27 días, así que era cuestión de tiempo que le diera uso en estos días, aunque no me imaginaba esto.

Como estamos en semana santa y es la temporada en la que más se hacen torrijas, pues se me ha ocurrido tirar de ingenio, coger la plancha y probar a unir dos postres que en un principio no tienen nada en común, las torrijas y los gofres, haciendo una nueva versión, reinterpretación o como queráis llamarlo, lo mejor es que no hay que preparar masa para gofres, simplemente he cogido unas rebanadas de pan de molde y las he convertido en este postre, empezando a hacerlas como si fuese a hacer unas torrijas normales y acabando en la gofrera.

Lógicamente para llevar a cabo esta receta es imprescindible una plancha para gofres y en menos de 15 minutos podremos estar disfrutando de este postre, a continuación os dejo la receta y con las cantidades que veréis da para hacer 4 gofres, un par de ellos por persona, si queréis hacer más solo hay que duplicar o triplicar las cantidades, según los que seáis.



Ingredientes:
  • 4 rebanadas de pan de molde.
  • Un huevo.
  • 150 ml de leche.
  • Una cucharadita de aroma de vainilla.
  • Una cucharadita de azúcar moreno.
Elaboración:

En un plato hondo batimos el huevo, añadimos la leche, el azúcar moreno y el aroma de vainilla y removemos.



Untamos la gofrera con mantequilla, la cerramos y encendemos hasta que este caliente, pasamos las rebanadas de pan de molde por la mezcla por ambos lados (si son de las que tienen corteza se las quitamos), veréis como se empapan muy rápido, con una espátula las pasamos a la plancha, cerramos y cocinamos hasta que estén bien doradas, en mi caso fueron 5 minutos.



Con la ayuda de la espátula y con cuidado de no quemarnos las ponemos en un plato, espolvoreamos un poco de azúcar y canela sobre cada una, como manda la tradición.

Se pueden comer así directamente o acompañarlas de algo para hacerlas aún más dulces, sobre todo si las hacemos para el momento del postre, un poco de helado y chocolate le van pero que muy bien por ejemplo.

Disfrutadlas y cuidaros mucho.

Pequeños placeres, grandes momentos.

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