lunes, 25 de septiembre de 2023

Tarta de yogur griego

 

Oficialmente se acabó el verano, es un hecho, ya se iban notando temperaturas más fresquitas que me animan a encender el horno y probar a hacer tartas nuevas, casualmente ayer tuvimos una pequeña reunión familiar, coincidencia con el fin de la estación, pensé en hacer una variedad más de tarta de queso, que son perfectas para momentos así, pero echándole un vistazo a la despensa y a lo que tenía en la nevera se me ocurrió probar a hacer la tarta de yogur griego que os traigo hoy.

Nos va a hacer falta una batidora con varillas, un molde circular desmontable de 23 cm de diámetro, papel de horno y solo vamos a dedicarle una hora de tiempo, así que podemos hacer esta tarta cualquier día de la semana. 

Vamos a ello. 


Ingredientes:

  • 4 huevos.
  • 120 g de azúcar moreno.
  • 250 g de yogur griego.
  • 40 g de harina fina de maíz.
  • Una pizca de sal.

 

Elaboración:

Empezamos separando las yemas de las claras, a estas les añadimos la pizca de sal y vamos a montarlas a punto de nieve, batimos con la batidora con varillas a velocidad y cuando estén bien espumosas les añadimos 60 g de azúcar moreno, continuamos batiendo hasta tener un merengue firme, de tal manera que podamos darle la vuelta al cuenco y no se caigan.



 
Encendemos el horno a 170 grados con calor arriba y abajo y podemos dejar el molde listo para después, cogemos una hoja de papel para horno, hacemos una bola y lo mojamos bajo el grifo, escurrimientos bien apretando con las manos, nos quedará como una tela y Lan ponemos en el molde, adaptándola bien a la base y paredes del molde. 

En un cuenco grande ponemos las yemas y les añadimos los 60 g de azúcar moreno restantes, con unas varillas batimos hasta tener una mezcla cremosa, tamizamos la harina de maíz y removemos hasta que se integra, seguidamente echamos el yogur griego y removemos nuevamente con las varillas.

 

Ahora vamos a incorporar el merengue que hemos hecho al principio, no lo vamos a hacer todo de golpe, echamos una tercera parte y con una espátula vamos a integrarlo con suaves movimientos envolventes, de abajo a arriba, con tranquilidad no hay ninguna prisa, repetimos este paso dos veces más hasta tener lista la masa.

   


Vertemos la masa en el molde, agitamos ligeramente el molde de izquierda a derecha para alisar la superficie y lo llevamos al horno a una altura medio-baja.


Lo vamos a hornear exactamente 45 minutos, a los pocos minutos comenzara a subir y como a la media hora se agrietara en el centro, es normal. 

Como acabo de comentar lo horneamos exactamente 45 minutos, lo sacamos del horno y veréis como empieza a bajar enseguida, lo dejamos enfriar del todo y entonces lo llevamos a la nevera hasta que llegue la hora del postre. 

Cuando vayamos a disfrutar de esta tarta la desmoldamos con cuidado, sobre todo cuando vayamos a separar el papel de horno de ella, ahí es cuando vemos el contraste entre la altura del bode con el centro, cogemos un cuchillo y cortamos con delicadeza, se puede servir tal cual o como hice yo echándole un poquito de sirope de fresa por encima, le queda muy bien.



Pequeños placeres, grandes momentos.

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