Tarta de pastel de arroz

En esta ocasión os traigo un postre hecho a base de otro que ya hice, pues se trata de una versión en tarta de los tradicionales pasteles de arroz de Bilbao, hechos en este blog el pasado mes de Diciembre. 

Aparte de la diferencia obvia en cuanto al tamaño,  para hacer esta tarta he usado harina de arroz, como ya comente en su día originariamente los pasteles de arroz se hacian con este tipo de harina y con el tiempo conservaron el nombre pero se acabaron haciendo con harina de trigo, aunque hay muchas pastelerías que los hacen con harina de arroz, si no teneis se puede utilizar harina de trigo en la misma cantidad, el resultado sera el mismo.

Para hacer la tarta aparte de los ingredientes vamos a necesitar un molde redondo de 22 cm y una batidora con varillas, nos ponemos a ello. 

Ingredientes:

• Una lamina de hojaldre redonda.
• 100 g de mantequilla a temperatura ambiente.
• 100 g de azúcar moreno.
• 3 huevos.
• 125 g de harina de arroz.
• Medio litro de leche.

Elaboración:

Como preparar la masa lleva poco tiempo el primer paso sea encender el horno con calor arriba y abajo a 180 grados.

Cogemos un molde de 22 cm de diámetro, untamos el interior con mantequilla y con cuidado colocamos dentro la lámina de hojaldre, presionamos el hojaldre en la pared del molde para que quede un borde uniforme. 

En un cuenco grande echamos la mantequilla (que lleve una hora fuera de la nevera) y el azúcar moreno, batimos con la batidora con varillas hasta que esté bien mezclado. 

Añadimos los 3 huevos y volvemos a batir, tamizamos la harina de arroz sobre esta mezcla y removemos con una cuchara.

Cuando tengamos una mezcla homogénea echamos la mitad de la leche y batimos con la batidora de varillas, luego vertemos la otra mitad y volvemos a batir.

Lo vertemos en el molde, cortamos el hojaldre que sobra dejando medio centímetro por encima de donde acaba la masa, lo metemos en el horno a una altura medio-baja durante 35 minutos, comprobaremos si está hecho clavando un cuchillo, cuando salga limpio es el momento de sacarla del horno.

Dejamos que enfríe del todo, desmoldamos y guardamos en la nevera hasta el momento en que vayamos a servirla.

Nos queda una tarta con tres capas, una inferior de hojaldre, otra intermedia de la crema de la tarta y por último una capa superior también de la crema pero más hecha, como en los pasteles de arroz en los que se basa esta tarta, una delicia.

Pequeños placeres, grandes momentos.