Natillas de vainilla

Conmemorando que hoy es el tercer aniversario de mi aventura repostera he vuelto a hacer unas natillas, porque como muchos sabréis este fue el primer postre que hice y con el que empecé todo esto tal día como hoy en 2016, tenia mucho tiempo libre porque por entonces no trabajaba y comencé a usar parte de ese tiempo haciendo natillas en alguna que otra ocasión, más tarde me anime a hacer más postres y crear este blog para ir añadiéndolos y compartirlos con vosotros, más de 100 postres después aquí estamos, con aún más ganas de seguir innovando que el primer día.

Entonces fueron unas natillas de estilo tradicional, luego el año pasado las hice de chocolate y este año como veis tocan de vainilla y por la importancia que tienen en este blog he decidirlo crearles su propia categoría.

Os adelanto que ya tengo pensadas las que haré para el cuarto aniversario, pero eso ya lo descubriréis en exactamente 365 días.

Vamos a necesitar una cazuela y unas varillas, tardaremos en hacerlas 40 minutos más o menos.



Ingredientes:

• Un litro de leche.
• Una vaina de vainilla.
• Una rama de canela.
• 5 yemas de huevo
• 100 g de azúcar moreno.
• 40 g de harina fina de maíz.

Elaboración:

Para hacer estas natillas de vainilla comenzaremos echando 750 ml de leche en una cazuela, cogemos la vaina de vainilla, la lavamos bajo el grifo y después de secarla la abrimos a lo largo con un cuchillo y raspando con la punta sacamos las semillas de la vaina, echamos tanto la vaina como las semillas en la leche además de la rama de canela; lo calentamos a fuego medio-alto hasta que comience a hervir en ese momento retiramos del fuego, removemos de vez en cuando mientras se calienta la leche.

Dejaremos que la leche se temple unos 15 minutos.

En un cuenco echamos las yemas de huevo, el azúcar moreno, la harina fina de maíz y 250 ml de leche, batimos con unas varillas hasta mezclarlos bien.

La leche ya se habrá templado, entonces retiramos la rama de canela y la vaina de vainilla, la colamos (en una jarra por ejemplo) y lavamos la cazuela, volvemos a echar la leche en la cazuela y añadimos la mezcla del cuenco.

Calentamos a fuego medio y no dejamos de remover con las varillas hasta que espese y adquiera la característica textura de las natillas, esto puede tardar entre 10 y 15 minutos, no tengáis prisa en este punto, puede tardar algo más pero acabara espesando, es importante que la harina se cocine despacio así que no subáis el fuego.

 
Tras retirarlo del fuego removemos durante 5 minutos más para evitar que se pegue al fondo, después lo repartimos en unos vasitos o cuencos, tenia 4 platitos de postre para crema catalana donde quedan perfectas, os dará para 6 natillas.

Ponemos una galleta María en cada una, no se a quien se le ocurrió esto pero queda muy bien, le da su toque, también podéis espolvorear canela en polvo en cada natilla, eso ya a elección de cada uno.

Dejamos templar a temperatura ambiente y después las metemos en la nevera al menos 4 horas, yo suelo hacerlas el día anterior y las dejo durante toda la noche.

Mirad que buena pinta tienen, os aseguro que están buenisimas y no es nada complicado hacerlas como acabáis de ver, os animo a hacerlas.

Pequeños placeres, grandes momentos.