viernes, 5 de mayo de 2023

Tarta de queso fresco y yogur griego

 Tarta de queso fresco y yogur griego | Siempre hay hueco para el postre


El día que me canse de la tarta de queso será el día que deje de hacer postres, así que podéis estar tranquilos que no preveo que tal circunstancia ocurra, así que vamos a añadir una nueva variedad a esta categoría, esta vez de queso fresco, el tipo de queso más saludable que existe, en España el más conocido de esta variedad es el de Burgos, que si podéis hacer la tarta con ese bien, pero que con cualquier otro queso fresco quedará buenísima, porque además comparte el protagonismo con el yogur griego, que le aporta mucha cremosidad. 

Como os podéis imaginar el resultado es otra tarta de queso increíble, muy fácil de hacer, que con dedicarle unas hora de tiempo la tendréis lista y no hace falta una ocasión especial para disfrutar de ella. 

Para hacerla nos va a hacer falta la batidora, un cuenco grande donde mezclaremos los ingredientes, papel para horno y un molde circular que sea desmontable de 23 cm de diámetro. 

Vamos a ello.

Ingredientes:

  • 500 g de queso fresco. 
  • 500 g de yogur griego. 
  • 150 g de azúcar moreno. 
  • 4 huevos. 
  • 30 g de harina fina de maíz. 

Elaboración:
 
Cuando vayamos a hacer cualquier tipo de tarta de queso horneada es importante que los ingredientes esten a temperatura ambiente, así que los sacaremos de la nevera como 20 minutos antes de empezar con la receta.

Encendemos el horno a 180 grados con calor arriba y abajo. 

En un cuenco grande echamos el queso fresco, el azúcar moreno y el yogur griego.


 
Cogemos la batidora y a velocidad baja vamos a batir hasta mezclar estos tres ingredientes, a continuación añadiremos los huevos y volveremos a batir a velocidad baja, batiremos solo lo necesario para que los ingredientes se integren.
 



Por último tamizamos la harina fina de maíz, batimos de nuevo a velocidad baja, preparamos el molde, para ello cogemos una hoja de papel vegetal, lo mojamos bajo el grifo y hacemos una bola, apretamos bien con las manos para escurrir el agua, nos quedará como una tela, lo ponemos en el molde ajustándolo bien a las paredes y vertemos la masa.
 


Con cuidado lo llevamos al horno y lo colocamos a una altura medio-baja, en el caso de mi horno la segunda empezando por abajo y lo vamos a hornear durante 50 minutos.

 

Una vez que esté hecha apagamos el horno y dejamos la tarta dentro unos 10 minutos con la puerta medio abierta, después la sacamos y dejamos que enfríe del todo antes de llevarla a la nevera, allí deberá estar al menos 4 horas, como siempre os suelo aconsejar es mejor hacerla el día de antes, sin prisas, para que este toda la noche en la nevera.

Cuando llegue el momento del postre retiramos el aro del molde y vamos a pasar nuestra tarta a un plato llano grande como si fuese una tortilla, ponemos un plato encima, le damos la vuelta, retiramos la base del molde y el papel vegetal y le damos la vuelta sobre el plato donde vayamos a servirla.



Como resultado tenemos una tarta de queso de textura muy ligera, nada pesada y os aseguró que os encantará su sabor. 

Pequeños placeres, grandes momentos.

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