La llegada del otoño nos ha dejado la huerta llenita de buenas calabazas, hay que ver que tamaño han cogido y sobre todo que color más naranja e intenso tiene su pulpa, y con una materia prima de semejante calidad me ha faltado tiempo para meterme en la cocina y darle uso en algún postre, era inevitable, creo que un bizcocho es una buena a opción para comenzar a usar la calabaza en repostería, si, he dicho comenzar porque van a llegar más postres con la calabaza como ingrediente principal próximamente, me ha gustado el resultado y le he cogido gusto a la calabaza.
Y es que no es para menos, vais con que facilidad nos va a quedar un esponjoso y alto bizcocho de calabaza, que aunque en un principio no os llame mucho esta fruta os animo a darle una oportunidad, si al parecer es una fruta, lo he buscado en internet porque no lo tenía claro, como se suele decir no te acostaras sin saber una cosa más.
Necesitaremos un molde desmontable de 22 cm de diámetro, la batidora y el accesorio de las varillas o un batidor-amasador y más o menos una hora para hacer este bizcocho.
Vamos a ello.
Ingredientes:
- 300 g de calabaza (sin piel ni pepitas).
- 4 huevos L.
- 200 g de azúcar moreno.
- Una cucharada de aroma de vainilla.
- 100 ml de aceite de oliva.
- Una pizca de sal.
- 300 g de harina para repostería.
- 15 g de levadura en polvo.
Bajamos la velocidad al mínimo, echamos la pizca de sal, cogemos la harina que hemos mezclado con la levadura y la vamos a ir añadiendo a cucharadas, he dejado tres segundos entre cucharada y cucharada, cuando hayamos añadido toda y veamos que se ha integrado completamente y no hay grumos dejamos de batir, con una espátula damos un par de movimientos envolventes desde el fondo para asegurarnos que no hay puré de calabaza o harina sin mezclar bien.
Vertemos la masa en el molde y la llevamos al horno a una altura medio-baja, lo vamos a hornear entre 45 y 55 minutos, es importante no abrir la puerta del horno hasta que lleve por lo menos 40 minutos, como casa horno es diferente a partir de ahi podemos comprobar si ya esta hecho clavandole un cuchillo, si sale limpio es que ya esta, de lo contrario lo dejamos 5 minutos más y volvemos a probar.
Cuando está hecho a mi me gusta dejarlo dentro del horno apagado con la puerta entre abierta durante 10 minutos, para que se vaya atemperando poco a poco, es una manía que tengo con los bizcochos.
Último paso, cuando queramos disfrutarlo cortar un buen trozo y acompañarlo de un café, ya sea en el desayuno, media mañana, o tras la comida, es indiferente, va a estar buenísimo sea la hora que sea.
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