lunes, 17 de julio de 2023

Panna cotta de mango

 Panna cotta de mango siempre hay hueco para el postre receta


Os traigo un postre muy tradicional con un toque muy veraniego, ya sabéis mi debilidad por la panna cotta, me encanta su textura y sobre todo por la sencillez de la receta, lo rápido que se hace y que vale para cualquier ocasión, aunque no tengas nada que celebrar apetece igualmente cualquier día del año, así que cada cierto tiempo os enseño a hacer una nueva variedad.

Esta vez de mango, que no es una fruta que compre con frecuencia, pero que tenía ganas de ver si hacía buen equipo con este postre y vamos que si lo ha hecho, le aporta ese sabor agradable que tiene, que me recuerda un poco a algo entre el melocotón y la piña, cosas mías, y es muy apropiado ahora que estamos en días calurosos.

Nos harán falta unas flaneras si queremos servirlas a modo de flan, si no unos vasitos pequeños nos servirán, estos de yogures de cristal son perfectos, me ha dado para hacer 5 panna cottas, esto variara en función del tamaño de los moldes, pero bueno ya veis más o menos por donde va, además necesitamos la batidora, una cazuela y una espátula.

Vamos a ello.


Ingredientes:

  • 350 ml de nata para montar (35% de materia grasa).
  • 150 ml de leche. 
  • 65 g de azúcar moreno.
  • 200 g de mango. 
  • 5 hojas de gelatina. 

Elaboración:

Lo primero que vamos a hacer es poner las cinco hojas de gelatina en un cuenco con agua fria para que se hidraten.

Pelamos y troceamos en mango en dados, como he puesto en la lista de ingredientes, necesitamos 200g, con un mango es más que suficiente, el resto nos lo podemos ir comiendo mientras hacemos el postre, los echamos en el vaso de la batidora y lo trituramos muy bien, que nos quede hecho puré.
 

En una cazuela echamos la nata y la leche, el azúcar y el puré de mango que acabamos de hacer, lo calentamos a fuego medio y removemos para mezclarlo todo bien y que se disuelva el azúcar,
 


Cuando veamos que está a punto de poner a hervir retiramos la cazuela del fuego, cogemos las hojas de gelatina que ya estarán bien hidratadas y apretándolas ligeramente con ambas manos, las escurrimos con cuidado y las echamos en la cazuela, removemos para que la gelatina se disuelva e integre en la mezcla, yo suelo hacerlo como un minuto para asegurarme, tras esto lo mejor es pasarlo a una jarra para repartirlo en los vasitos o flaneras.
 
Repartimos y esperamos a que enfríen antes de llevarlos a la nevera, allí deberán estar por un mínimo de 4 horas, siempre recomiendo hacer este postre el día de antes para no estar preocupándose de si llevan o no el tiempo suficiente enfriándose.
 

 

Cuando llegue la hora del postre cogemos un cuchillo de filo liso y con cuidado vamos a ir introduciendo el cuchillo entre el molde y la panna cotta mientras deslizamos el cuchillo alrededor, introducimos el molde en un cuenco con agua bien caliente (no hace falta que hierva) unos 3 o 4 segundos, le damos la vuelta sobre un plato y agitamos para que salga del molde, decoramos a nuestro gusto, servimos a nuestros comensales (que bien me expreso en ocasiones 😂) y disfrutamos del momento.

Pequeños placeres, grandes momentos.

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