Bizcocho de nata

 

Cuando salen días lluviosos como el de hoy me entran ganas de hacer bizcochos, ya me ha pasado varias veces, de ahí que ya lleve hechas unas cuantas variedades de este postre, si no mirar la sección de bizcochos.

Este era un bizcocho que tenia en mente desde hace un tiempo, para hacerlo vamos a necesitar un molde tipo plumcake de 24x11x8cm, una batidora con varillas o un batidor-amasador, como siempre os digo al hacer bizcochos, acordados de sacar aquellos ingredientes que estén en la nevera al menos 20 minutos antes de empezar con la receta para que estén a temperatura ambiente, así masa subira de manera uniforme al hornearse, de lo contrario se nos formara una joroba en el centro. 

Tan sólo se necesita de una hora para tener listo este bizcocho de nata, vamos a ello.

Ingredientes:

• 4 huevos.
• 175 g de azúcar moreno.
• 200 ml de nata para montar (35% materia grasa). 
• Una cucharada de aroma de vainilla. 
• 200 g harina para repostería.
• 16 g de levadura en polvo. 
• Una pizca de sal. 

Elaboración:

Nuestro primer paso será encender el horno a 180 grados, con calor arriba y abajo, mientras coge la temperatura vamos a hacer la masa del bizcocho. 

Comenzamos con la masa, batimos el azúcar moreno con los huevos a velocidad alta durante cinco minutos. 

 

Ahora añadimos la nata y el aroma de vainilla, batimos a velocidad media durante un minuto para integrar estos dos ingredientes. 

 

 

Mezclamos la harina con la levadura y la pizca de sal, lo tamizamos y batimos a velocidad mínima hasta tener una masa sin grumos. 

 

Preparamos el molde, que bien lo podemos untar con mantequilla y enharinarlo o la otra opción es forrarlo con papel para horno, vertemos la masa en el molde, le damos unos movimientos de izquierda a derecha para alisar la superficie de la masa y un par de golpes sobre la mesa para que libere las posibles burbujas que se han podido formar al verter la masa.

 

 

Lo llevamos al horno a una altura medio-baja y lo vamos a hornear durante 45 minutos, comprobamos si está hecho clavándole un palillo o un cuchillo, si sale limpio es que nuestro bizcocho ya está, si no lo dejamos 5 minutos más y volvemos a comprobar. 

 

Sacamos del horno y dejamos que se temple, hasta que podamos tocar el molde sin quemarnos, desmoldamos y retiramos el papel para horno

Esperar a que enfríe del todo antes de comerlo, no me seáis ansias y llegado el momento recomiendo acompañarlo de un buen café, ya sea en el desayuno o después de comer, cualquier momento del día es perfecto para disfrutarlo.

Pequeños placeres, grandes momentos.