sábado, 4 de noviembre de 2023

Tarta de lima

 

 

Tenía ganas de probar a hacer esta tarta de lima desde que empecé a ver la segunda temporada de la serie Loki, en alguna ocasión salen comiendo una tarta como esta y dije bueno, pues tendré que probar a hacerla, así que tras experimentar un poquito aquí la tenéis, una textura cremosa gracias al queso crema y la nata que lleva el relleno, pero sobre todo me gusta el sabor a lima, es una fruta muy cítrica y con la cantidad que veréis más abajo le da el punto justo, nada excesivo, sin duda una tarta para disfrutar en cualquier ocasión.

Nos hará falta un molde de 24 cm de diámetro y 5 cm de alto, si es desmontable mucho mejor, papel vegetal y garbanzos, para cuando hagamos la base de la tarta, unas varillas para ir removiendo nuestra mezcla mientras cocinamos y unos 30-40 minutos de tiempo.

Vamos a ello.

Ingredientes:

  • Una lámina redonda de masa brisa. 
  • 500 ml de nata para montar (35% materia grasa). 
  • 300 g de queso crema. 
  • 100 g de azúcar moreno.
  • Dos limas. 
  • 6 hojas de gelatina. 

Elaboración:

Empezamos encendiendo el horno a 180 grados. 

Sacamos la lámina de masa brisa de la nevera y con cuidado la colocamos en el molde, si hay masa que sobresalga del borde la recortamos, cogemos un tenedor y pinchamos por toda la base, recortamos un círculo de papel vegetal y lo colocamos sobre ella y ponemos garbanzos, todo esto es para que no suba mientras la horneamos.
 



 
Lo horneamos durante 15 minutos a una altura medio-baja, pasado ese tiempo sacamos, nuestra masa brisa estará precocida, retiramos los garbanzos y el papel vegetal y volvemos a llevar al horno hasta que esté dorada.
 

 
En una cazuela echamos la nata y el queso crema, calentamos a fuego medio-alto y removemos hasta que el queso se mezcle con la nata, que la mezcla este bien caliente, pero que no llegue a hervir, entonces añadimos el azúcar moreno, removemos hasta comprobar que se ha disuelto y a continuación exprimimos las limas, colamos el zumo y lo incorporamos, damos unas vueltas y retiramos la cazuela del fuego.
 


 
La gelatina ya estará bien hidratada, con cuidado sacamos las hojas del agua y apretando con ambas manos las escurrimos, las echamos en nuestra mezcla y removemos con las varillas como un minuto.
 
Cogemos el colorante verde y vamos a ir añadiendo gota a gota removiendo lentamente, he echado 10 gotas, dependera un poco de la intensidad del colorante y de sí la queréis más o menos verde, a vuestro gusto.
 
Colamos la mezcla de nuestra tarta en una jarra para asegurarnos que no tiene ningún tipo de resto del queso o gelatina por ahí, en principio no debería quedar nada, pero por si acaso, dejamos templar unos 15 minutos.


Cuando esté templada la vertemos en la masa brisa que hemos hecho antes y con cuidado la llevamos a la nevera, deberá enfriar por al menos 5 horas, soy partidario de hacerla el día de antes y así dejarla en la nevera toda la noche, creo que es mejor hacerla sin prisas.

 

Ahora solo nos queda esperar a la hora del postre, entonces iremos a la nevera, sacaremos nuestra tarta de lima y la retiramos del molde, cogemos un cuchillo y empezamos a repartirla, le queda bien un poquito de nata montada para acompañarla, pero ya eso lo dejo a elección de cada uno y a disfrutar.

 
 
Pequeños placeres, grandes momentos.


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